El UIL apoya la puesta en marcha de un proyecto de bibliotecas penitenciarias en Filipinas

Las bibliotecas penitenciarias son fundamentales para garantizar el derecho a la educación de los reclusos. Sin embargo, sólo el 32% de las cárceles de Filipinas disponen de libros para que los presos lean.

Para ayudar a remediar esta situación, el Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL, según sus siglas en inglés) apoyó el lanzamiento de "Leer para salir: Avanzar en la reforma penitenciaria a través de bibliotecas para el aprendizaje a lo largo de toda la vida en lugares de detención", un proyecto dirigido por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), en Filipinas. El proyecto y el evento fueron organizados conjuntamente con la Oficina de Penología y Gestión Penitenciaria y la Biblioteca Nacional de Filipinas.

El proyecto utilizó la publicación del UIL Una lectura más allá de las rejas: El potencial transformativo de las bibliotecas penitenciarias como importante información de referencia. Apoya la creación de 13 nuevas bibliotecas carcelarias en el país a través de la provisión de libros y equipos. También garantizará que las actividades de lectura cuenten como una de las formas de estudio a través de las cuales se pueden reducir las penas de prisión. El proyecto tiene como objetivo proporcionar oportunidades de aprendizaje para el desarrollo personal, el bienestar y, en definitiva, la rehabilitación de los reclusos. Al mismo tiempo, también contribuirá a reducir el hacinamiento en las cárceles de Filipinas.

Durante el evento, Lisa Krolak, Bibliotecaria Jefe del UIL, y Marie Macauley, Especialista de Programa del UIL y experta en educación en prisiones, participaron en un taller de dos días, en el cual compartieron sus conocimientos sobre las iniciativas globales de mejores prácticas en educación en prisiones y bibliotecas penitenciarias.

En el evento se presentaron las nuevas Directrices de la IFLA para los servicios bibliotecarios a los reclusos, en coautoría con Lisa Krolak. Krolak explicó que las directrices “proporcionan una herramienta para planificar nuevas bibliotecas penitenciarias o evaluar las existentes, y pueden utilizarse en ausencia de directrices o normas locales. Además, sirven como una declaración general de principios sobre el derecho fundamental de los reclusos a leer, aprender, acceder y adquirir información”.

Una lectura más allá de las rejas: el potencial transformativo de las bibliotecas penitenciarias

Informe político del UIL sobre bibliotecas penitenciarias

Directrices de la IFLA para los servicios bibliotecarios a reclusos

Revisión bibliográfica sobre la educación penitenciaria UIL